sábado, 26 de enero de 2013

Titulos nobiliarios de la Casa de Aragón

Como continuación a los artículos anteriores, en el que venimos escribiendo acerca de losTítulos Nobiliarios Italianos pertenecientes a las diferentes Casas Soberanas que hubo en Italiahasta su unificación en 1861 por la de Saboya, tratamos en esta ocasión de los Títulos Nobiliarios Italianos de la Casa de Aragón, que gobernaría en Sicilia desde comienzos del siglo XIV.
Vísperas Sicilianas, por Francesco Hayez (1846)Vísperas Sicilianas, por Francesco Hayez (1846)
El 30 de marzo de 1282, al compás de las campanas de todas las iglesias de Palermo, que llamaban a vísperas, la población se rebeló contra el dominio francés de la Casa de Anjou, que reinaba en Sicilia en la persona de Carlos I desde 1266, año en que había derrotado y muerto a Manfredo I de Hohenstaufen.
La insurrección, de hondo sentir popular, redujo a la guarnición de Palermo, quedando la plaza fuera del control real. Enfurecido, Carlos de Anjou envió tropas a restablecer el orden, reprimir los tumultos y castigar a los culpables. Por su parte, los sicilianos, necesitados de ayuda, la pidieron a Pedro III, Rey de Aragón. Este Monarca, además de las ambiciones estratégicas y mercantiles que abrigaba sobre el mediterráneo meridional, se encontraba casado conConstanza de Suabia, hija de Manfredo I de Hohenstaufen, Rey de Sicilia depuesto y muerto porCarlos de Anjou en 1266. Ambos Soberanos no tardaron en romper hostilidades y dar comienzo a una cruenta guerra entre aragoneses y angevinos.
En 1285 fallecieron tanto Carlos como Pedro, sin que por ello llegase la paz. Carlos II de Anjou, por un lado, y Alfonso III y Jaime II de Aragón, por otro lado, continuaron empeñando una dura contienda por varios años más. Finalmente, exhaustos ambos bandos, el 31 de agosto de 1302 se acordó la Paz de Caltabellota. A consecuencias de la misma, el Reino quedaba desmembrado en dos. Por una parte el de Nápoles, en el extremo sur de la Península Itálica y, por otra, el de Sicilia, reducido al territorio insular. El primero quedaría bajo el dominio deCarlos II de Anjou, mientras que el segundo pasaría a Federico II de Aragón, de modo vitalicio, hijo de Pedro III y hermano de Jaime II. Tras reticencias iniciales, el Pontífice Bonifacio VIIIaceptó los términos del acuerdo.
Escena de las exequias de Carlos I de España, en la que marchan los estandartes reales de Sicilia, Nápoles y AragónEscena de las exequias de Carlos I de España, en la que marchan los estandartes reales de Sicilia, Nápoles y Aragón
En lo que respecta a los títulos nobiliarios italianos de esta época y en estos reinos, en Nápoles no estuvieron sujetos a modificaciones, por lo que continuaron con el régimen que ya se ha descrito. Sin embargo, en Sicilia, los títulos nobiliarios italianos comenzaron a verse influenciado por el sistema de títulos nobiliarios propio de la Corona de Aragón. Ello condujo a una amplia proliferación del título nobiliario de Barón, pues la más destacada nobleza aragonesa era la constituida por los barones a que se refiere el Libro VIII de los Fueros de Aragón que aprobaran las Cortes convocadas en 1247 en Huesca por Jaime I. Poseían también un marcado carácter feudal, recayendo sobre sus poseedores la titularidad dominical sobre diversos feudos. Existían, además, otras clases de barones, como por ejemplo los denominados Barones de la Corona de Aragón, con facultades jurisdiccionales diferentes de las que solían corresponder en aquella época a los títulos nobiliarios italianos.
La presencia aragonesa en Sicilia iría en progresivo aumento, lo que acentuaría todavía más el carácter que hemos visto respecto de los títulos nobiliarios italianos.

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